Las bibliotecas que se preocupan por sus usuarios comprenden la necesidad de obtener información y conocer los patrones de conducta y las culturas de sus comunidades y proporcionar los servicios necesarios para apoyarlos.
No importa el tamaño de la biblioteca o de la infraestructura tecnológica, la evaluación comprensiva de la comunidad debe ser una parte integral entre las herramientas del bibliotecario referencista del siglo XXI.
Los bibliotecarios de referencia están en una posición privilegiada para participar en la evaluación de la comunidad. Trabajan directamente con la comunidad, en persona o a distancia, y conocen de primera mano las necesidades del cliente, los recursos bibliotecarios (impresos o en línea) que se necesitan para apoyarlo, así como las barreras y los obstáculos a los que se tiene que enfrentar la comunidad en la utilización efectiva de las bibliotecas.
Al conocimiento de quién son nuestros usuarios actuales, por qué y cómo utilizan las bibliotecas, hay que añadir que tenemos que entender a una amplia comunidad, que incluye también los que no utilizan la biblioteca. ¿Es porque no necesitan la biblioteca, porque utilizan otros recursos, porque han tenido alguna mala experiencia, o simplemente porque desconocen los servicios y los recursos que ofrece la biblioteca?
La evaluación de la comunidad puede ayudar a la biblioteca a saber cómo apoyar mejor a la comunidad y cómo implicar a la comunidad en el apoyo a su biblioteca.
La evaluación de la comunidad empieza decidiendo el tipo de información que se necesita, cómo conseguirla y cómo utilizarla. Para evaluarla es necesario un examen interno de los datos recogidos sobre utilización de la biblioteca y clientes.
(Extracto)
Fuente:
Hiller, Steve; Schillie, Jane; Self, Jim. Evaluación de la Comunidad: parte esencial de las herramientas del bibliotecario referencista. Buenos Aires, Argentina. World Library and Information Congress: 70th IFLA General Conference and Council, 22-27 Agosto 2004.
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